Y después de la gala de los premios más famosos del cine, hay cierto sector del público al que nos gusta más comentar el vestuario de los protagonistas que el valor cinematográfico de las películas. La gran protagonista, tanto en el tema textil como en los propios premios fue Natalie Portman, que se llevó el Oscar a la mejor interpretación femenina por su papel en Black Swan. Para la ocasión, y debido a su embarazo, escogió un vestido en tonos berenjena, de amplio escote y de falda vaporosa hasta los pies:
Se decidió por unos zapatos del mismo tono, lo mismo que el bolso: tonos morados con detalles en oro. Otras actrices fueron muy originales, como la guapa Cate Blanchett, que llevaba un arquitectónico vestido blanco con la espalda al aire. Las opiniones sobre él son para todos los gustos, pero no se le puede negar que apostó por algo diferente.
Y así como destaco una propuesta elegante y una original, también hay que hablar de las peor vestidas. La pobre Helena Bonham Carter fue muy criticada por su atuendo, pero iba dentro de su estilo, con un vestido negro digamos que aceptable. Mucho peor fue la elección de Nicole Kidman, con un vestido blanco de Dior que no le favorecía mucho:
Lo combina con unos zapatos naranjas y un collar de bolitas al más puso estilo Wilma Picapiedra. Pero mucho peor fue la elección de Penélope Cruz. La actriz española se decantó por un vestido de carnaval, "fantasí de fuego" podríamos llamarlo, que no le favorecía en absoluto:
Parece que no tuvo tiempo de pensar mucho que ponerse ni cómo peinarse, el pelo liso y suelto, como recién planchado por ella misma. Desde luego, este año no entró en el Top 5 de las mejor vestidas en la alfombra roja.
Y, ¿cuál ha sido vuestra favorita?
